viernes, 26 de septiembre de 2014

UN GRAN JURISTA: ALBERTO MANUEL LÓPEZ

Acaba de publicar en la Revista Jurídica La Ley un gran artículo el fiscal destinado en Jaén Alberto Manuel López que se titula "La motivación de los actos del Ministerio Fiscal".    Aborda ese fiscal la importancia de la motivación de los informes y resoluciones como instrumento preventivo de la arbitrariedad.    Se refiere no solo a la motivación de los actos procesales en los que inteviene el Fiscal, materia no regulada en el Estatuto salvo en el ámbito disciplinario, sino que aborda también la cuestión de la falta de motivación de los actos administrativos del Ministerio Fiscal.  A tal efecto, señala la vinculación de la Fiscalía a la legislación administrativa ordinaria que exigen normalmente motivación de los actos administrativos.   Recordemos que en el ámbito interno de la promoción profesional en la Fiscalía la motivación es la excepción, no la regla, empezando por el FGE que no se siente en la obligación de motivar jamás un nombramiento, y el Consejo Fiscal, ni se lo exige, ni por su parte explicita las razones de sus decisiones en la materia.    El artículo de este gran jurista, cuya lectura recomiendo encarecidamente a todos los fiscales, viene ilustrado con un importante cuerpo de jurisprudencia muy clarificadora de la situación obsoleta en la que se encuentran las prácticas habituales en nuestra institución.   Una situación obsoleta, digo, que se mantiene por la obstinación de quienes se benefician profesionalmente de la misma al hacer imposible el control jurisdiccional de nombramientos arbitrarios, y varias consecuencias, todas negativas, pero una muy principal que es la extrema politización de la Fiscalía española.

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